_Hotel Consolación en Matarraña

Hotel Consolación en Matarraña
Matarranya Lodge. S.L.
Arquitectura: Eugènia Santacana + Estela Camprubí 
Interiorismo: Eugènia Santacana + Estela Camprubí + Jesús Marzoa
Estructuras: Eskubi-Turró Arquitectes S.L.
Mediciones y presupuesto: Miquel Millán + Ana Bono + Jesús Lahoz (dirección obra)
Fotógrafo: Jaime Font + Antonio Navarro + Pedro Antonio Pérez 
Proyecto: 2007
Construcción: 2008
Superficie: 1.343m2
Constructora: Construcciones Hnos. Gil S.L.

El proyecto se inicia en el año 2004 a raíz de un concurso de ideas para realizar un hotel de 12 habitaciones en la provincia de Teruel. El lugar es un paisaje natural de 40 hectáreas con una construcción del siglo XVIII compuesto por la Ermita de la Consolación y el casalicio. Las premisas del cliente son un proyecto singular, atractivo, con encanto y a bajo coste. 
Las primeras ideas son muy claras, reformar el casalicio para ubicar los elementos comunes del hotel y construir una ampliación para ubicar las habitaciones. Se decide que la nueva construcción no esté adosada a la edificación existente, para preservar el elevado interés del conjunto, sino que se coloque respetando la naturaleza de forma disgregada y dispersa, de esta manera conseguimos integrarla en el paisaje y obtener el mínimo impacto visual.
La reforma del casalicio de aproximadamente 600m2 consiste en recuperar su estructura original derribando todas las paredes que no son estructurales para optimizar al máximo los espacios.  
Se interviene sobre todo en la planta baja cambiando la imagen interior radicalmente, se crea un núcleo a doble altura donde se sitúa la biblioteca y la chimenea, el resto de los espacios se sitúan a su alrededor de manera que no existan pasillos y todo fluya. 
Los espacios son polivalentes pueden ser sala de descanso o sala de reuniones, cocina o zona desayuno, recepción o bar, …., al ser espacios relativamente pequeños se intenta que todo sea accesible y todo esté muy comunicado para tener una sensación global.
Las habitaciones exteriores aparecen entre la vegetación como unas cajas cuadradas y compactas revestidas de pino cuperizado en voladizo sobre una base de hormigón. Están abiertas por una sola cara para tener el máximo de privacidad posible, se colocan en el inicio de la pendiente con el objetivo de disfrutar de las espectaculares vistas y al estar orientada a sur se coloca un porche para protegerse del sol del verano. Por la cara opuesta se produce la entrada y en las otras dos fachadas colocamos aberturas pequeñas para la ventilación i iluminación del baño y de la zona de la cama.
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